

LABORATORIO DE UN ALQUIMISTA
Los antiguos Alquimistas de la Edad Media, muchos de los cuales eran Rosacruces, afirmaban que, para transmutar un elemento mineral en otro elemento más elevado, como por ejemplo la transmutación del plomo en oro, era necesario que, previamente, el Alquimista estuviera transmutado en su interior.
En los antiguos escritos y manifiestos de la Orden Rosacruz, que ya hemos citado y que fueron publicados hace siglos, se nos relata en un lenguaje simbólico la formación y el propósito de la misma. Uno de los propósitos a alcanzar por los miembros de nuestra augusta Hermandad era lograr la Gran Reforma.
Esta reforma correspondía a la reforma interior en cada uno de nosotros. Nadie que no esté reformado en su interior puede pretender reformar con éxito ningún aspecto familiar, social, o mundial. En la medida en que las personas van cambiando sus procesos de pensamiento y sus actividades, produciendo un cambio positivo en su interior, observan que la vida también mejora para ellos.
Muchas personas padecen enfermedades terribles, producidas por sus pensamientos de odio y rencor.
Cuantos tratamientos se les proporcione fracasarán, ya que solamente podrán curarse cuando cambien sus pensamientos, transmutándolos positivamente.
Son infinidad los que viven en la miseria más completa, careciendo, incluso, de los que les es más necesario para vivir con un poco de dignidad.
Por mucho que se les quiera ayudar, si no se educan y capacitan, si no se transforman y aprenden a aspirar a una condición mejor y a sacar lo mejor de sí mismos, poniendo en acción sus capacidades de transformación y creación, seguirán manteniéndose en la necesidad y carencia.
Cuando descubrimos nuestras limitaciones aparentes y nos damos cuenta que la vida es para nosotros como nosotros la queramos ver. Cuando aprendemos que es nuestra mente la que asigna dimensión a todas las cosas, y que es nuestra mente la que crea nuestra realidad, al crear en nuestro interior las condiciones adecuadas, la vida cambia para nosotros, nos reformamos personalmente llegando entonces, con la reforma interior, la Paz Interna y el Éxito externo.